La cirugía mínimamente invasiva es una técnica quirúrgica que ha revolucionado el campo de la medicina al permitir realizar procedimientos con incisiones mucho más pequeñas que las de una cirugía tradicional. En lugar de grandes cortes, utilizamos instrumentos especializados y cámaras de alta resolución introducidos a través de pequeñas incisiones para realizar la operación.

¿Cuáles son las ventajas de la cirugía mínimamente invasiva?

• Menor dolor: Al realizar incisiones más pequeñas, se produce menos daño en los tejidos, lo que resulta en un menor dolor postoperatorio.
• Menor pérdida de sangre: Las incisiones más pequeñas causan menos sangrado, lo que reduce la necesidad de transfusiones y acelera la recuperación.
• Menor riesgo de infección: Las incisiones más pequeñas disminuyen el riesgo de que entren bacterias en el cuerpo, reduciendo así la posibilidad de infecciones.
• Hospitalización más corta: Debido a una recuperación más rápida, las pacientes suelen pasar menos tiempo en el hospital.
• Menos cicatrices: Las incisiones más pequeñas dejan cicatrices menos visibles.
• Regreso más rápido a las actividades diarias: Los pacientes pueden volver a sus actividades normales en un tiempo más corto.

¿Cómo se realiza la cirugía mínimamente invasiva?

La técnica más común es la laparoscopia, que utiliza un laparoscopio (un instrumento delgado con una luz y una cámara en la punta) para visualizar el interior del cuerpo. A través de otras pequeñas incisiones se introducen los instrumentos quirúrgicos para realizar la operación.

¿Es adecuada para todos los pacientes?

Se realizará una valoración personalizada en consulta para determinar si su caso es apto para la laparoscopia.