“La fuerza del dedo” fue la frase con la que el doctor resumió su habilidad para evitar que entrara a quirófano y seguro que la recordó unas horas más tarde porque le dolería de la faena que le dió;) I es que estamos más que agradecidos por su profesionalidad e insistencia para que todo fluyera tan bien durante el parto. Nos ha encantado su trato durante todo el embarazo, siempre cercano, atento, empático pero siempre fiel a su trabajo, que se ve que le apasiona. Gracias Rubèn por tanto!