La recuperación después de una cirugía laparoscópica suele ser rápida, y la mayoría de las mujeres pueden regresar a sus actividades normales en unas pocas semanas. Sin embargo, el tiempo de recuperación puede variar dependiendo de la extensión de la cirugía y la salud general de la paciente.
La cirugía laparoscópica puede ser una opción para las mujeres con endometriosis que no responden a tratamientos médicos o que experimentan dolor severo, infertilidad o complicaciones relacionadas con la enfermedad.
La endometriosis es una enfermedad crónica en la que el tejido que normalmente recubre el útero (endometrio) crece fuera de este, pudiendo afectar órganos cercanos como los ovarios, las trompas de Falopio, la vejiga o los intestinos. Esto provoca inflamación, dolor y, en algunos casos, infertilidad.
La laparoscopia es el procedimiento quirúrgico más común para diagnosticar y tratar la endometriosis. Esta técnica mínimamente invasiva ofrece varias ventajas:
Durante la cirugía, se realizan pequeñas incisiones en el abdomen a través de las cuales se introduce un laparoscopio, un instrumento delgado con una cámara en la punta. El cirujano utiliza este instrumento para visualizar los órganos pélvicos y extirpar las lesiones endometrióticas. Los procedimientos específicos pueden variar dependiendo de la extensión y localización de la endometriosis, pero pueden incluir:
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